Voluntarios de Greenpeace han visitado el Salón del Automóvil Ecológico y de la Movilidad Sostenible de Madrid y han descubierto que, junto a los prototipos de vehículos eléctricos y a las aplicaciones de las últimas tecnologías en eficiencia energética, hay fabricantes de coches que todavía intentan vender como "ecológicos" vehículos de emisiones elevadas. Asimismo, la organización ecologista ha publicado un informe en el que se demuestra que es técnicamente posible alcanzar vehículos de emisiones inferiores a 80 g de CO2/km (1).
Greenpeace denuncia la utilización del término ecológico de modo engañoso en el sector del transporte y reivindica que es imprescindible que la Unión Europea (UE) establezca unas normas más estrictas para la industria del automóvil que obligue a reducir las emisiones de los modelos que vende a 80 g de CO2/km para 2020.
Esta semana, los ministros europeos de Industria se preparan para adoptar la una estrategia europea en materia de vehículos limpios y eficientes (2). Greenpeace les invita a reforzar el instrumento más eficaz para lograr este objetivo: los estándares europeos de eficiencia en el consumo de combustible para los turismos. Esta norma fue aprobada en 2009 y establece los objetivos de 130 g de CO2/km para 2015 y 95 g de CO2/km para 2020 (3). Sin embargo, los recientes desarrollos de la industria sugieren que es posible una evolución mucho más rápida y más ambiciosa que la prevista (4).
Greenpeace pide a los ministros europeos de Industria que reconozcan que la medida más eficaz para lograr menores emisiones de CO2 de los turismos es una legislación ambiciosa en materia de estándares de consumo de combustible y que consideren, en la estrategia para promover vehículos más limpios, unos objetivos más ambiciosos: 80 g de CO2/km para la flota de automóviles vendidos en Europa en 2020 y 50 g de CO2/km para 2030. Greenpeace demuestra en el informe publicado hoy que estos objetivos se pueden lograr.
"Es técnicamente posible lograr vehículos que consuman y contaminan menos pero hay fabricantes de coches que se empeñan en seguir vendiendo los mismos modelos de altas emisiones, así que es necesario poner límites legales más severos a las emisiones" ha añadido Pizzinato. "Normas más estrictas sobre la eficiencia de los coches ayudarán al sector a reducir su huella de carbono mientras se mantiene la competitividad del sector".
El estudio realizado por el instituto británico Center for Automobile Industry Research (CAIR en sus siglas inglesas) establece cuatro vías diferentes para alcanzar la meta de 80 g de CO2/km. Todas ellas son combinaciones de varias medidas en diversas proporciones: coches híbridos y eléctricos, reducción de la potencia y del tamaño de los vehículos y medidas de eficiencia de los motores de combustión interna (4).
Es imprescindible frenar las emisiones de CO2 del transporte, responsable ya de ser el sector que más emisiones de gases de efecto invernadero expulsa a la atmósfera en España y con un crecimiento mucho más rápido que cualquier otro sector sobre los niveles de 1990 (5).
(1) Wells, P. et al (2010) Lowering the bar: options for the automotive industry to achieve 80g/km CO2 by 2020 in Europe. Consultar la hoja informativa de Greenpeace en http://www.greenpeace.org/espana/reports/10-05-19.pdf
(2) Comisión Europea, A European strategy on clean and energy efficient vehicles (COM(2010)186 final) del 28 de abril de 2010. Las aportaciones de Greenpeace a la consulta de la Comisión Europea a los interesados sobre la estrategia se pueden consultar en http://ec.europa.eu/enterprise/sectors/automotive/competitiveness-cars21/energy-efficient/written_contributions_en.htm
(3) Reglamento (CE) n º 443/2009 de 23 de abril de 2009
(4) A finales de 2009, había muchos modelos en el mercado que emitían menos de 120 g de CO2/km en condiciones de prueba, incluidos algunos modelos de tamaño medio como el BMW 320d ES/SE Efficient Dynamics, el Peugeot 308 1.6 HDi y el Renault Mégane 1.5 dCi. En las misma época se anunciaban los primeros coches eléctricos enchufables para el mercado europeo.
(5) A pesar de la crisis, el sector del transporte en España era responsable de más del 26% de las emisiones totales (sin tener en cuenta las emisiones derivadas de la aviación y navegación internacionales) y mantenía el récord del sector con mayor incremento de emisiones sobre los niveles de 1990 (+71%).