El catedrático de Política Económica de la UB, Germà Bel, el director general de Accesa y Aucat, Josep Lluís Jiménez, y el secretario para la Movilidad y presidente de CIMALSA, Manel Nadal, han coincidido en que se debe apostar por un sistema de transporte intermodal de trenes, carreteras, barcos o aviones harmónico y sostenible a largo plazo. Los expertos han hecho esta afirmación en el debate “Equilibrio en ejes viarios. Trenes o carreteras?”, el quinto de los coloquios del ciclo “Xarxes”, que se ha celebrado el 29 de abril, en la Sala Cocheras del Palau Robert de Barcelona.
Germà Bel ha reclamado racionalidad a la Administración a la hora de invertir en infraestructuras para que ayuden a dar un impulso en la economía. En este punto, ha explicado que España es el país de la Unión Europea que ha invertido más en ferrocarril en la última década y ha puesto en duda la productividad de un medio como el AVE en España, que tiene un número inferior de usuarios que los trenes de gran velocidad de Francia o Alemania.
En otra intervención, el director general de Acesa y Aucat, Josep Lluís Jiménez, ha remarcado que la suma de los diversos sistemas de transporte hará más efectiva la logística en un país de paso como Cataluña, con mucha movilidad de mercancías y personas. Josep Lluís Jiménez se ha referido a los retos que se deben tener en cuenta en un modelo intermodal: la racionalización de las inversiones, la sostenibilidad ambiental, la reestructuración del modelo de transporte por carretera o la eficiencia del transporte ferroviario.
Por su parte, el secretario para la Movilidad y presidente de CIMALSA, Manel Nadal, ha remarcado que el stock de infraestructuras de Cataluña se sitúa por debajo del nivel de riqueza del país y se ha referido a la necesidad de continuar invirtiendo. En este punto, ha explicado que el Pacto Nacional para las Infraestructuras enumera las actuaciones prioritarias en Cataluña hasta el 2020, con una inversión de 100.000 millones de euros.
Manel Nadal ha defendido sistemas de colaboración entre el sector público y privado para financiar las infraestructuras que el país necesita y que contribuirán a hacer una economía más competitiva. También ha señalado que la política de transportes tiene que formar parte de las políticas de bienestar y se ha mostrado partidario con el mantenimiento de las políticas de pago, 40% del coste para los usuarios y 60% para las Administraciones.