Desde que se inventó el vehículo, el hecho de conducir, ya fuera solo o acompañado, era una actividad que mantenía a sus ocupantes desconectados del mundo exterior. El desarrollo de la telefonía móvil y tecnologías asociadas supuso un avance extraordinario en esa relación y pocos pensaban ya que se podía llegar a intensificar. Ahora, se aproxima una nueva era, la del coche conectado, como máxima expresión de lo que se ha dado en bautizar como “infotainment”, unión de information y entertainment, esto es, información y diversión o entretenimiento en el propio vehículo.
El coche conectado es el resultado de tres tendencias: los vehículos inteligentes, las comunicaciones móviles y los sistemas de transporte inteligente o ITS (del inglés, Intelligent Transportation Systems), que surgen como consecuencia de la aplicación de las últimas tecnologías de telecomunicaciones, informática, electrónica, sensores y técnicas de procesamiento, almacenamiento y visualización de la información, a los sectores de carreteras y transporte, con el fin de mejorar la eficiencia en el transporte de viajeros y mercancías, aumentar la seguridad vial, reducir las emisiones contaminantes, optimizar los tiempos de desplazamiento y facilitar operaciones como el pago de peajes o la planificación de itinerarios.
Al respecto, existen dos iniciativas que son la suma de todos estos conceptos y que sin duda, suponen un punto de inflexión entre el futuro del vehículo y el vehículo del futuro.
El coche conectado de Telefónica y Ericsson
Hace unos días se presentaba en Madrid un proyecto de coche conectado, un proyecto liderado por las empresas Telefónica, Ericsson y el Centro Tecnológico de la Automoción de Galicia (CTAG), que arrancó en octubre de 2008 para equipar al automóvil con las últimas tecnologías y conectividad 3G y 4G con el fin de mejorar la conducción del usuario, así como su seguridad al volante y el acceso remoto a servicios de ocio y entretenimiento desde el mismo vehículo.
En lo que a la conducción se refiere, esta iniciativa permitirá al conductor recibir alertas sobre incidentes en carretera, tales como accidentes, atascos, problemas meteorológicos, obstáculos…, y enviar información a un servidor central para que otros vehículos y conductores puedan compartirla.
Además, el coche conectado estará programado para acceder a los centros de asistencia de forma automática en caso de avería y enviar la información emitida por el propio vehículo a dicho servicio, pudiendo ayudar a resolver, así, muchos de los problemas cotidianos que surgen en la conducción.
Asimismo, permitirá mejorar el nivel de conducción del usuario al poder ofrecer información sobre el uso que se está haciendo de un vehículo: tiempo de conducción, velocidad media, frenazos bruscos, acelerones… Todo ello mediante información que se extrae del vehículo y se envía a un servidor, y que puede ser muy útil, por ejemplo, para empresas de alquiler de vehículos o para las aseguradoras, pues ambas podrán establecer sus cuotas en función del tipo de conducción, dentro del modelo conocido como “Pay as you drive”.
En el entorno personal digital, el sistema permite disfrutar de los contenidos del hogar también en el propio coche. De este modo, tres mundos en teoríaa desacoplados, como la telefonía móvil, Internet y la electrónica de consumo, se integran en una solución para acceder automáticamente a los servidores y repositorios que el usuario tenga en el hogar (PC’s, discos duros, portátiles, etc.).
La conexión entre el automóvil y el hogar se realiza de forma transparente para el usuario a través de las redes móviles. Así, los pasajeros (o el conductor siempre que el automóvil esté detenido) pueden acceder a los repositorios del hogar y bajarse a la pantalla del automóvil los contenidos que tengan almacenados en ellos.
Actualmente, esta iniciativa de Telefónica y Ericsson cuenta con una maqueta estática, desde la que se muestran las ventajas del sistema, y con un prototipo en Vigo, montado sobre un Citröen C5, que empezará a circular para medir la eficacia y eficiencia del sistema en casos reales.
El programa ngConnect
Otra de las iniciativas en el ámbito del coche conectado es el programa ngConnect, concebido y co-fundado en 2009 por Alcatel-Lucent, para unir a múltiples compañías de distintos ámbitos que intervienen en las cadenas de valor digitales – infraestructura, dispositivos, aplicaciones y contenidos – para crear un ecosistema extremo a extremo con todos los recursos y la experiencia necesaria para desarrollar y ofrecer una nueva generación de servicios y aplicaciones que simplifican y enriquecen la vida de los usuarios.
El programa se centra en cinco áreas de desarrollo, una de las cuales es la conectividad en la automoción a la que pertenece el coche conectado LTE, cuyo fin es demostrar el potencial técnico y comercial de esta potente generación de nuevos servicios.
El coche conectado LTE es un Toyota Prius 2010 que se ha equipado con las aplicaciones más avanzadas integradas en vehículos y con tecnología LTE que proporciona una conectividad de alta velocidad y un gran ancho de banda.
El sistema operativo ejecuta múltiples servicios en 4 pantallas táctiles totalmente independientes e integradas en el vehículo. En el coche conectado LTE, el conductor y los pasajeros pueden acceder a Internet y a aplicaciones en la nube que les ofrecen servicios de entretenimiento bajo demanda, aplicaciones de información y ocio, diagnósticos del vehículo, navegación, control domótico, etc., que supondrán una revolución en la experiencia de los usuarios en el interior de los vehículos.
Ventajas del vehículo conectado
Desde el punto de vista de los operadores, el vehículo conectado por LTE supone un nuevo modelo para generar ingresos a través de los nuevos servicios multi-pantalla, o bien mediante la oferta de una nueva gama de servicios centrados en el vehículo y los desplazamientos (comercio electrónico asociado a la localización y al contexto). El operador se convierte, así, en elemento esencial en la cadena de valor de los servicios de próxima generación y puede sacar partido a las capacidades de la red, como la facturación detallada por servicio, la localización y el perfil del usuario.
Para los fabricantes de automóviles, el vehículo conectado puede impulsar las ventas y fomentar la fidelidad de los clientes con servicios “imprescindibles”, Premium y personalizables. Además, permitirá un ahorro en costes, gracias a las actualizaciones y el mantenimiento remotos y a las operaciones “en la nube”.
Para los proveedores de contenidos y aplicaciones, el vehículo conectado supone el acceso a un nuevo mercado con capacidades de comercio electrónico habilitadas y facturadas por el operador, y a una nueva plataforma para el desarrollo de una nueva gama de aplicaciones centradas en la automoción y los desplazamientos.