La Consejería cántabra de Medio Ambiente ha iniciado la redacción del Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria, con el objetivo de definir una red de infraestructuras ciclistas de carácter interurbano, así como incrementar el uso de la bicicleta en detrimento del vehículo privado. Esta iniciativa –con un presupuesto asociado de 121.000 euros– parte del análisis de la situación actual de este modo de desplazamiento y su potencialidad en el contexto del sistema general del transporte, así como su rol como vector de vertebración territorial y lucha contra el cambio climático.
Para el consejero de Medio Ambiente, Francisco Martín, la promoción del transporte sostenible, gracias a medidas como el Plan de Movilidad Ciclista de Cantabria, es uno de los retos principales de su departamento para el resto de Legislatura. A su juicio, "los desafíos ambientales ligados al cambio climático y el grave problema energético que afrontamos obligan a consolidar formas alternativas de transporte no dependientes de los combustibles fósiles". En este sentido, Martín ha planteado como líneas de acción "la ayuda a los ayuntamientos para crear carriles-bicis y la generación de una red intermunicipal de este tipo de vías, que facilite convertir la bicicleta en un modo de desplazamiento alternativo no limitado al ocio, como ocurre en otras regiones europeas de similares características a Cantabria".
Entre sus fines, el documento persigue aumentar la cuota de empleo de la bicicleta, en condiciones que se caractericen por la eficiencia de los itinerarios desde el punto de vista del transporte, la funcionalidad del diseño de los trazados y la respuesta equilibrada a las demandas y necesidades ciudadanas; todo ello, junto con las máximas garantías de accesibilidad e intermodalidad.
Francisco Martín ha resaltado la "vocación multidisciplinar y participativa del proceso de elaboración del documento, que buscará la implicación de instancias.
regionales, municipales y colectivos sociales". En este marco, se habilitará en próximas fechas una página web, a la que podrá accederse desde el portal de la Consejería de Medio Ambiente, y que permitirá a la ciudadanía aportar sus experiencias, ideas y necesidades.
Arco Verde del Besaya
A juicio del consejero de Medio Ambiente, el carácter prioritario del Gobierno de Cantabria para el desarrollo de una red funcional de carriles-bici de alcance autonómico, queda reflejada en el "esfuerzo inversor" de su departamento a tal fin. Desde finales de marzo, la Consejería de Medio Ambiente ha consignado 4,4 millones de euros a la puesta en marcha de iniciativas en este ámbito. Concretamente, se trata de la licitación de las obras de la primera fase del carril bici que unirá el barrio de Ganzo, en Torrelavega, con el de San Martín, en Suances, por un importe de 1,3 millones de euros. A dicha cuantía han de sumarse 3,1 millones adicionales destinados a la conexión entre Suances e Hinojedo, mediante una senda que permite el uso de las bicicletas. Este último proyecto –cuyo contrato autorizó el Consejo de Gobierno el pasado 25 de marzo– se enmarca en el objetivo de completar un recorrido ciclista entre el norte de Torrelavega y el futuro carril bici entre Suances y Los Corrales de Buelna, a fin de garantizar un sistema de transporte alternativo en el Arco Verde del Besaya proyectado en torno a la orilla del río y coincidiendo con la progresiva recuperación de la calidad de las aguas de esta cuenca.
Cambio climático
Las iniciativas de Medio Ambiente para la promoción de la movilidad sostenible están vinculadas a la Estrategia de Acción Contra el Cambio Climático de Cantabria. Este programa-marco, transversal a los diferentes departamentos del Ejecutivo, tiene como meta la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEIs) en nuestra región durante el periodo 2008-2012, mediante la participación de todos los actores concernidos y la puesta en práctica de un amplio catálogo de medidas multisectoriales.
La creación de carriles-bici constituye un instrumento de lucha contra las alteraciones climáticas globales, que contribuye a la reducción de emisiones de CO2 asociadas al transporte, además de fomentar y facilitar entre la ciudadanía hábitos saludables como el uso de la bicicleta.