Zaragoza se convertirá, antes de que finalice 2010, en la primera ciudad española que limitará la velocidad máxima del tráfico rodado en la mayoría de sus calles a 30 kilómetros por hora. Esta medida, ya apuntada en el artículo 9 de la Ordenanza de Circulación de Peatones y Ciclistas, afectará a todas las calles que tengan un único carril de carril de circulación, a las vías secundarias incluidas en el llamado Segundo Cinturón y, en algunos casos, al carril derecho (en cada sentido) de calles secundarias con varios carriles de circulación en las que, por ahora, no se prevea la implantación del carril bici.
La pacificación viaria en Zaragoza mejorará sensiblemente la seguridad vial en las calzadas, y facilitará la convivencia entre peatones, ciclistas y automóviles. Entre los principales objetivos de esta medida figuran el posibilitar a los ciclistas, con mayor seguridad, el uso de la calzada, tal y como recoge la Ordenanza, sin que ello signifique la introducción de obstáculos o restricciones más importantes para los vehículos a motor.
La opción de crear vías pacificadas se pondrá en práctica a través de señalización horizontal y vertical que marcará las zonas y calles en las que la velocidad se limita a 30 kilómetros por hora. También se instalarán grandes paneles informativos en los accesos a la ciudad en los que se indicará de que, en todas las calles de un único carril, la velocidad estará limitada. La implantación de esta nueva medida podrá ser llevada a cabo a través del Fondo Estatal para el Empleo y la Sostenibilidad Local.
El procedimiento de adjudicación de los trabajos necesarios (que incluyen la citada señalización así como, en algunos casos, ampliación de aceras y orejetas que permitan la instalación de los postes) ya ha sido convocado a través de la página web del Ayuntamiento de Zaragoza. El presupuesto base de licitación es de 300.000 euros, IVA incluido, y tiene un plazo de ejecución de seis meses, con la previsible creación de 15 puestos de trabajo.
El concepto de pacificación del trafico
La pacificación del tráfico consiste en una serie de medidas dirigidas a ajustar la velocidad e intensidad del tráfico automóvil sobre vías convencionales a niveles compatibles con una utilización peatonal y ciclista "segura" y confortable del espacio público urbano.
La moderación de la velocidad tiene un efecto muy sensible sobre la percepción del espacio urbano por los peatones y los ciclistas (el tráfico lento es menos estresante que el tráfico rápido) e influye decisivamente en la seguridad, ya que el 65% de los accidentes se producen en las poblaciones. La velocidad, por una parte, y el riesgo de accidente y la gravedad del mismo por otra, se encuentran relacionados. Así por ejemplo, una diferencia de velocidad aparentemente insignificante de entre 30 y 40 km/h, obtiene como resultado una diferencia en la distancia de frenado de 13,5 a 20 metros.
Para un automovilista, en un trayecto medio de 15 minutos en población (donde debemos atender a los semáforos, cruces sin prioridad, maniobras de estacionamiento de otros conductores, cruces de peatones, etc.), el límite de 30 km/h en todas las vías secundarias sólo supone un minuto más en la duración del trayecto. Por otra parte, y en una conducción sin obstáculos (circulación máxima), se necesitan 4 minutos para recorrer 2 kilómetros a 30 km/h, frente a 3 minutos a 40 km/h y 2,5 minutos a 50 km/h.
El objetivo de la pacificación no es sólo mejorar la convivencia del vehículo con peatones y ciclistas. Se pretende también que estas vías pacificadas entren a formar parte de los itinerarios ciclistas, completando la red ciclable de la ciudad al enlazar con carriles bici o itinerarios accesibles para las dos ruedas.