El reportaje de la semana pasada estuvo dedicado a la presentación en Madrid de un nuevo servicio de carsharing, es decir, vehículos utilizados por varios usuarios, no siendo ninguno de ellos propietario del mismo. En esta ocasión nos detenemos en otro sistema de movilidad sostenible, como es el carpooling, cuya implantación en otros países está consolidada, pero que en España es aún marginal.
El carpooling consiste, por lo general, en el desplazamiento diario de casa al trabajo y viceversa en compañía de varias personas y utilizando un solo coche, con el fin de optimizar la ocupación del vehículo y con el consiguiente ahorro en combustible y de emisiones de gases de efecto invernadero. Cuando este sistema se realiza con un vehículo tipo combi, se le denomina vanpooling.
Ventajas y desventajas del sistema
Las ventajas en la implantación de este sistema se pueden agrupar en cuatro apartados básicos.
Uno es el Socioeconómico, pues el carpooling implica movilidad disponible para todos a bajo precio, así como una reducción en la intensidad del tráfico. Además, implica un servicio puerta a puerta y otras ventajas como la reducción de los accidentes de tráfico, de los atascos y del tiempo empleado en las carreteras.
Sin duda, otro apartado es el Medioambiental, por lo que implica en la reducción de las emisiones de CO2 y del gasto energético.
En el apartado del Tráfico, destaca un mejor uso de la red de carreteras y una mejora de la circulación para el transporte público, al tiempo que se promociona la intermodalidad.
Finalmente, el sistema aporta ventajas Globales, como la mejora de la Calidad de Vida, el avance hacia una Ciudad Sostenible y la aplicación de los Sistemas de Transporte Inteligentes.
En cuanto a las desventajas, la primera es que se desconocen los usos reales del sistema, esto es, no se sabe nada de los viajeros, ni del coche ni de los kilómetros que se recorren. Ello deriva en el que los expertos consideran el problema más complicado para la implantación real del carpooling: el control de la seguridad, pues los usuarios son, de alguna manera, anónimos.
Otro de los problemas es que no existe capacidad de reacción frente a los imprevistos en situaciones que pueden ser frecuentes, como que se estropee el automóvil, que el conductor enferme o no pueda regresar a la hora prevista, etc.
Por ello, el carpooling ha sido adoptado como iniciativa empresarial por algunos emprendedores que tratan de “profesionalizar” este servicio para hacerlo eficiente y seguro.
Barreras a su implantación en España
Es un hecho demostrado las ventajas que se derivan de esta práctica, pues no sólo redunda en la economía, sino también en la salud (se elimina estrés) y en la mejora de las condiciones ambientales al reducirse el volumen de tráfico.
El coche compartido es una práctica muy extendida en países como Alemania o Canadá desde hace ya muchos años y su modelo se ha extendido en otros países como Francia. Sin embargo, en nuestro país, esta práctica no está tan asentada, pese a que incluso, algunas administraciones han hecho esfuerzos en su promoción con la implantación de carriles en las autopistas para vehículos que lleven a dos ocupantes o más.
A toda regla suceden excepciones, y la excepción al escaso éxito de este sistema en España es el vanpooling en sectores como la construcción, donde varios trabajadores se juntan en una furgoneta para acudir al lugar de trabajo, que generalmente se encuentra en el extrarradio o en algún polígono industrial.
Empresas como Amovens, que se creó en 2009 para ofrecer soluciones de coche compartido a todo tipo de organización (empresas, universidades y administraciones públicas, entre otros), han identificado tres tipos de barreras que condicionan el uso del coche compartido en nuestro país de forma organizada:
La barrera del conocimiento: por el momento, la mera posibilidad de recurrir al coche compartido de forma intermediada por internet es poco conocida en España. Es esencial realizar una labor de información y colaborar con empresas y organizaciones de todo tipo y participar junto a ellas en un esfuerzo de sensibilización hacia sus miembros.
El obstáculo práctico: aunque sea muy lógica, la práctica del coche compartido sólo se desarrollará si los usuarios cuentan con una herramienta muy funcional y con una usabilidad elevada. Es, por tanto, imperativo responder a esta exigencia, que no han sabido satisfacer los servicios y las webs de carpooling que llevan varios años operando en España.
El problema de la confianza: en España, donde el nivel de confianza entre los ciudadanos es relativamente bajo en relación con otros países, es importanste aportar a los potenciales usuarios un entorno seguro en el que perciban que pueden confiar en personas que no conocen directamente para compartir coche.
No sólo para commuters
Sin duda, el mercado laboral es uno de los grandes beneficiados de este sistema para los trabajadores que vienen y van de su casa al trabajo, pero no es, ni de lejos, el único sector objetivo para el uso del carpooling.
Tal y como señala Amovens, los beneficios de implantar una plataforma propia de coche compartido en una empresa tienen una triple finalidad:
Recursos humanos. Ofrecer a los empleados un modo de transporte adicional para ir a trabajar y que además, les permite ahorrar, al tiempo que reducir su nivel de estrés vinculado al tiempo conduciendo solo o en transportes públicos, y crear vínculos entre ellos.
Comunicación y RSC. Pues permite que las empresas demuestren su compromiso con una movilidad sostenible y por el cuidado del medioambiente, gracias a la reducción de sus emisiones de CO2 de forma tangible.
Logística. Reducir el número de vehículos que llegan a las sedes de las entidades y otros centros de trabajo y por ende, reducir la necesidad en plazas de parking. El sistema facilita también la racionalización de unos viajes en coche pagados por la empresa.
Pero ¿y que pasa con los estudiantes universitarios?
Para Amovens, el desarrollo de la conducción compartida entre los universitarios aporta directamente unos beneficios colectivos considerables para las universidades y centros de estudios y por otro, es una forma de impulsar esta práctica en el resto de la sociedad. Según un estudio realizado recientemente por la Universidad de Santiago, el 77% de los alumnos que acuden a la universidad en coche estarían dispuestos a compartirlo.
Así, este segmento de la población parece responder muy positivamente a la conducción compartida.
Por otro lado, las universidades se benefician igualmente de las ventajas derivados de la reducción del tráfico en los accesos a los centros y de la necesidad de plazas de parking o el compromiso con una movilidad más sostenible y el cuidado del medioambiente es extensible a todos.
Sin duda, otro de los potenciales usuarios del carpooling son las administraciones locales, que tienen en este servicio una solución popular a los problemas de movilidad, eso sí, siempre y cuando estén gestionados de forma adecuada. Y es que, tal y como señala Amovens, cada día en España se desaprovechan 160 millones de asientos de coche en trayectos de todo tipo.
El desarrollo de un sistema de coche compartido entre los asistentes a eventos y festivales supone, igualmente, una serie de beneficios sustanciales en cuanto a la sostenibilidad y la huella ecológica de este tipo de acontecimientos.
“Además de darle un toque verde al evento, se aprovecha el ambiente festivo y el espíritu de comunidad y de cohesión social: los asistentes están abiertos a conocer gente y a compartir”, afirman desde Amovens.
Paques tecnológicos, nicho para el carpooling
En los últimos años, los Parques Científicos y Tecnológicos han experimentado un considerable crecimiento en nuestro país y sus empresas son, sin duda, susceptibles del uso del carpooling como sistema de transporte para los trabajadores.
Tal es el caso del Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), en Málaga, que por medio de este sistema desarrollado por la empresa Yerbabuena Software e implantado en su página web, pretende disminuir el incremento de vehículos dirigidos a la zona, evitando así problemas de aparcamiento, tráfico excesivo y la contaminación que implica.
Para formar parte de este sistema, los trabajadores se tienen que dar de alta gratuitamente en el servicio y elegir el transporte que más se adecúe a su zona de residencia y horario. De este modo, el PTA abre una ventana al cooperativismo entre empleados de diferentes empresas, al mismo tiempo que ayuda a proteger el entorno.
Según los responsables del carpooling en el PTA, “es un sistema voluntario y solidario en el que se registran, por un lado, los propietarios que acuden con su vehículo al parque y por otro, los trabajadores que no disponen de coche. Los primeros introducen sus datos personales y de disponibilidad, entre los que se encuentran horarios, días de trabajo, número de asientos libres en su vehículo y zonas de paso, y los segundos utilizan el buscador para que el sistema les muestre los transportes que mejor se adapten a sus necesidades”.
Este sistema es ajeno al acuerdo al que lleguen propietario y usuarios en el pago de los gastos y el PTA solo pone a disposición de los trabajadores la herramienta informática, que se implantó a principios de 2009 y que ha tenido un notable éxito, pues la mayoría de los vehículos que accedían al Parque Tecnológico lo hacían llevando tan sólo una persona en el vehículo y ahora, esa tendencia ha cambiado.
Por su parte, la multinacional GMV ha puesto en marcha, en sus instalaciones del Parque Tecnológico de Boecillo, en Valladolid, una prueba del sistema de coche compartido, desarrollado en colaboración con Ficosa.
La iniciativa incluye, además, la disponibilidad de plazas de aparcamiento en las instalaciones de GMV para los trabajadores que van a trabajar en coches con dos o más ocupantes. Desde su puesta en marcha el 20% de la plantilla de la empresa se ha registrado en esta prueba y en la actualidad, un 38% de éstos comparte coche.
Por otro lado, en enero pasado, el Parque Tecnológico de Valencia presentó la experiencia piloto de carpooling en sus instalaciones, donde conviven más de 400 empresas y unos 8.000 trabajadores y donde el 95% de los desplazamientos son en transporte privado (el 80% con un único ocupante) y se producen unos 25.000 viajes diarios (trabajadores y visitas), generando no solo problemas de tráfico en horas punta, sino también de aparcamiento.
La puesta en marcha de la experiencia piloto en este Parque Tecnológico se llevará a cabo en dos fases: la primera es un estudio de movilidad, a través de encuestas dirigidas a los trabajadores y empresas, cuyos resultados permitirán conocer el reparto modal de los desplazamientos casa/trabajo, las necesidades de movilidad, las características de los desplazamientos (modo, motivo, frecuencia, coste, distancias…).
Dentro del proyecto se prevé además de personal de apoyo técnico, personal con plena dedicación encargado de obtener la mejor información posible para solucionar los problemas de horario de los usuarios del car pooling y elaborar las normas que deben estar vigentes para el correcto uso del car pooling.
El proyecto también prevé la creación de una página web donde se ofrecerán los servicios integrales sobre el proyecto piloto y servirá de plataforma on line para la búsqueda de personas que compartan trayecto y horario.
También, en este proyecto se creará una figura de coordinador de transporte y un comité de transporte en el polígono, que permita impulsar, consensuar y aplicar todas las acciones a desarrollar. A través de estas figuras, se llevarán a cabo acciones como campañas de comunicación, desarrollo de un sistema de incentivos para los mejores usuarios, desarrollo de sistemas de garantía de retorno (cuando hay alguna emergencia y hay que volver antes o después de lo previsto), etc.
La segunda fase se completará con la implantación práctica de la experiencia piloto.
Otro proyecto destacable de comunidad virtual que pone en contacto a personas interesadas en compartir coche atiende al nombre de vao.es y ha sido desarrollado por Miguel Formoso, ingeniero de Telecomunicaciones que hizo de esta idea su proyecto de fin de carrera para la Universidad de Las Palmas y que ahora se ofrece al usuario con vocación universal, permitiendo de forma sencilla y gratuita compartir coche en cualquier parte del mundo.
Desde su implantación, hace ahora 4 años, la comunidad de usuarios de vao.es ha crecido hasta las 1.000 personas registradas que ven en esta alternativa una solución a su movilidad de forma sostenible.
Además de vao.es, Formoso ofrece este sistema en versión a medida para aquellas empresas, entidades u organismos que quieren ejercer de coordinadores de movilidad, implantándolo para un determinado grupo con afinidad en sus trayectos (estudiantes, profesionales, etc.).
Proyecto Tecapsy: carpooling + parking
Las autoridades públicas dedican mucho tiempo y recursos económicos y humanos para favorecer el uso del transporte público por parte de los ciudadanos, pero muy pocos en la organización de cómo compartir el coche privado y menos, en la aplicación de las últimas tecnologías de la información y la comunicación. Sin embargo, es fundamental el apoyo de la administración para que el carpooling se implante con éxito y de forma organizada, como parte de una política integral de movilidad.
Ese es, al menos, el objetivo del Tecapsy o Trans European Carpooling and Parking System, una validación de mercado de servicios innovadores para la movilidad de las personas, que implica servicio e-carpooling, servicio i-parking y centro de movilidad digital, cofinanciado por la Comisión Europea bajo el marco del Programa Ten-Telecom, integrado en el área de Transporte y Movilidad.
El carpooling combinado con disponibilidad de plazas de aparcamiento para los usuarios del servicio es una solución real que ayuda a reducir el tráfico y a aumentar la movilidad y que ha sido probado en varios proyectos de I+D financiados por la Comisión Europea (Carplus).
El Tecapsy, en el que se encuentran implicadas las ciudades de Alicante (España), Grenoble (Francia), Hannover (Alemania) y Gloucester (Reino Unido), supone un paso adelante tratando la validación de mercado y la elaboración de un Plan de Negocio para el sistema que empareja la oferta y la demanda de coches, con el fin de formar carpools de forma sencilla y con una mayor seguridad, combinándolo además con la accesibilidad a plazas de aparcamiento para los usuarios del sistema.
La clave del éxito del sistema es alcanzar una masa crítica de usuarios y en un principio, el segmento del mercado al que se dirige Tecapsy es el de quienes van y vienen del trabajo, de las áreas industriales y residenciales, de los campus universitarios y de los grandes eventos (ferias, exposiciones, etc.) en sus vehículos privados, aunque los segmentos potenciales del mercado son mucho más numerosos y abarcan cualquier área o actividad que genere un tráfico regular bidireccional.
Roadsharing.com: el autostop del siglo XXI
En línea con el concepto de carpooling, los creativos de WebDev.it, una agencia web de la region italiana de Florencia, formada por programadores atentos a las dinámicas sociales y al impacto de transporte en el planeta, han desarrollado Roadsharing.com, un sitio en internet y disponible en cuatro idiomas, entre ellos el español, y accessible a cualquier usario del mundo, que ha sido creado para encontrar a compañeros de viaje con los que compartir carretera y gastos.
Así pues, aquellas personas que quieren encontrar compañeros de viaje tan solo tienen que registrarse y dar a conocer su itinerario, de modo que aquellos usuarios que quieran sumarse a la ruta, tan solo tienen que contactar con el promotor del viaje. Cada ruta especifica el tipo de transporte, el número de plazas disponibles, el kilometraje y la duración estimada, la fecha y lugar de salida y de regreso y si se presisa o no contribución de gastos.