Respiro, la primera empresa de Car Sharing en el centro de Madrid, ha presentado oficialmente, el 1 de marzo en el Real Jardín Botánico de la capital, su servicio para disfrutar de todas las ventajas de tener un vehículo propio, pero evitando sus inconvenientes (seguros, reparaciones, impuestos, combustible).
Al acto de presentación acompañaron a Ian Paterson, socio fundador de Respiro, Pedro Luís Calvo, Delegado del Gobierno del área de Seguridad y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid; Jesús Sáinz Muñoz, Presidente de PromoMadrid; Juan Luís Plá de la Rosa, Jefe del Departamento de Transporte del IDAE; Antonio Lucio, Director General de la Fundación Movilidad, y Cecilia Foronda, Responsable del Proyecto CeroCO2 en la ONG Ecología y Desarrollo.
La nueva cultura de la Movilidad Sostenible ha traído consigo, entre otras cosas, la aparición de conceptos revolucionarios como el Car Sharing o coche de uso colectivo, y el Car Pooling (uso compartido de las plazas libres de un automóvil), para promover el uso racional y responsable, desde el punto de vista económico y ecológico, del automóvil.
El primer concepto (Car Sharing) es aquel en el que los usuarios comparten el uso de una flota de vehículos y que gestiona la empresa Respiro como opción de la movilidad inteligente, pues posibilita utilizar el automóvil sólo cuando resulta estrictamente imprescindible, sin necesidad de ser el propietario.
No es un concepto nuevo, pues ya existe en más de un millar de ciudades en el mundo (algunas de ellas en España), con más de 500.000 miembros en Europa. La novedad es su implantación en la capital española, una ciudad que por estructura y población, está muy necesitada de soluciones que permitan descongestionar el tráfico que circula por sus calles diariamente.
De este modo, el Car Sharing permite disfrutar del coche de manera inteligente y reduciendo emisiones de CO2 de forma considerable, pagando sólo por el tiempo de uso, y su lógica se basa en el hecho de que habitualmente, el coche de un usuario permanece aparcado el 97% del tiempo, mientras que con este otro sistema, pasa a ser un coche compartido de media entre 34 usuarios.
Ventajas para el usuario
Tal y como definió Ian Paterson en su intervención, durante la presentación del servicio, “es práctico y económico, la oferta de Respiro es una alternativa rentable al propietario del coche que usa su vehículo menos de 12.000 km al año. El precio de alquiler que ofrecemos es muy atractivo, pues supone un coste de 0,15€ por minuto ó 9€ por hora, incluyendo en ese precio garaje, combustible, kilómetros, seguro, impuestos, mantenimiento y compensación de C02 y pagando, por tanto, sólo por tiempo de uso”.
Pero además de económico, Paterson definió el servicio como práctico, “ya que Respiro tiene distribuidos sus coches en siete diferentes aparcamientos accesibles las 24 horas de tres distritos de Madrid: Chamberí, Centro y Salamanca, poniendo a disposición de los madrileños una flota de atractivos Mini One y espaciosos familiares Renault Clio Grand Tour” señaló.
Cómo funciona
Al darse de alta con una cuota anual de 50€, el socio recibe una tarjeta personal con la que accederá de forma automática al coche que elija en cada ocasión. De esta manera, el socio dispone libremente de un coche que comparte racionalmente con otros vecinos o negocios de su entorno.
Sólo un primer contrato es necesario para darse de alta. Después, todas las reservas las hace el propio socio a través de Internet o por teléfono de manera rápida y sencilla, hasta 15 minutos antes de usar el coche y por el tiempo que quiera.
En la página web de respiro se elije la franja horaria y el coche que se quiere reservar y Respiro recuerda al usuario, a través de e-mail y de un mensaje sms, la dirección y la hora en la que se ha reservado el coche.
Cada coche es revisado y limpiado semanalmente por el equipo de Respiro. El socio dispone de un manual con la información necesaria para sus viajes, así como sillas de bebés o elevadores infantiles para la seguridad de toda la familia, además de conexión i-Pod. El familiar Clio Grand Tour dispone, igualmente, de navegador GPS tomtom®. Estos extras no incluyen ningún coste adicional.
Las reservas se pueden hacer las 24 horas del día los 365 días del año en Internet, o en horario comercial por teléfono. Además, el socio podrá ampliar el tiempo de su reserva en cualquier momento, poniéndose en contacto con el equipo multilingüe de Atención al Cliente de Respiro. Los coches Respiro llevan instalados un ordenador a bordo que gestiona de manera automática todas las reservas. El acceso al coche es inmediato gracias al lector de la tarjeta personal RFID del socio, que permitirá abrir el coche al reconocer el ordenador su reserva. La llave de arranque permanece dentro del coche, “sin embargo, el vehículo no podrá arrancar, incluso accionando la llave de contacto, si antes no se ha desbloqueado el sistema pasando la tarjeta del socio por el parabrisas, lo que evita que pueda ser robado”, comentó a esmartcity Philippe Remise, Director de Respiro.
Una vez finalizado el viaje, el ordenador enviará, mediante tecnología GPRS, la información resumida del trayecto a la central para emitir una factura al socio, que puede acceder a esta información en su espacio personal en la web de Respiro nada más terminar su trayecto y devuelto el coche a su parking de salida.
Objetivo cero emisiones
Una vez inaugurado el servicio oficialmente, la empresa tiene por delante dos nuevos retos, “uno es la implantación del servicio en otros distritos de Madrid e incluso, en el extrarradio de la ciudad, para dar una mayor cobertura al ciudadano. El otro es la implantación de una flota de vehículos eléctricos, cuyo objetivo nos hemos marcado para 2012 pero con la intención de acortarlo en la medida de lo posible”, señaló Paterson.
Y es que Respiro es un servicio carbono neutral, ya que compensa las emisiones de su flota apoyando proyectos de ahorro de CO2 que la ONG Ecología y Desarrollo lleva a cabo a través de su proyecto CeroC02.
Madrid y el concepto Car Sharing
Respiro ha contado desde el principio con el respaldo del Ayuntamiento de Madrid y de la Fundación Movilidad, que consideran esta nueva iniciativa como una inteligente alternativa de movilidad y un complemento ideal al transporte público y los desplazamientos a pie en una ciudad donde menos coches significa más espacio para el ciudadano, más espacio para creación de viviendas y entornos verdes.
"Interiorizar el Car Sharing en el abanico de posibilidades que barajamos cada día para desplazarnos significa dar un paso más hacia esa comprensión de la ciudad como un sistema del que todos formamos parte, en el que todos debemos tener sitio y que entre todos tenemos que mejorar, porque de él depende nuestra calidad de vida", señaló Pedro Calvo, quien destacó, igualmente, la calidad de un transporte público que utilizan diariamente en Madrid un 74% de ciudadanos, y el esfuerzo que se está haciendo en la capital para promover otras iniciativas de transporte sostenible como el uso de la bicicleta.
El gran reto: el ciudadano
Ahora queda por delante una importante labor para Respiro, como es trasladar esta filosofía al ciudadano de a pie para convencerle de que antes de adquirir un coche, es conveniente que medite cuántos kilómetros puede hacer al año y si resulta más rentable hacer uso del Car Sharing, evitando pagar varios miles de euros por un vehículo que cuesta mantener, que pierde valor cada día que pasa y que permanece más del 90% estacionado, porque tal y como señaló Paterson en su intervención, “implementar Car Sharing supone un cambio en los hábitos de los ciudadanos; como se ha demostrado en otras ciudades de Europa, los usuarios de este nuevo sistema de movilidad reducen sustancialmente el número de kilómetros que conducen al año. El automóvil y los demás modos de transporte se complementan de tal forma que se optimiza el funcionamiento del sistema global de movilidad”.
Un cambio social y también industrial
Faltaba saber cómo puede afectar este nuevo concepto de uso del coche, que por un lado implica la necesaria participación de la industria automovilística, pues el Car Sharing precisa disponer de una flota de vehículos, y por otro implica la disminución en la venta de coches en propiedad para optimizar el uso de un vehículo por parte de varios usuarios.
Preguntado al respecto por esmartcity, Ian Paterson señaló que “el Car Sharing supone un cambio social y como tal, un cambio en la tendencia de la industria automovilística. Los fabricantes de automóviles no son ajenos a este cambio de tendencia social que ya está consolidado en varios países de Europa y deberán adaptarse al mismo, tal y como ya han demostrado fabricantes como Renault, con los que colaboramos activamente”.
Habrá que ver cómo reacciona el madrileño a este nuevo concepto de uso del coche que lidera Respiro en la capital. Por lo pronto, no sólo usuarios particulares, sino también profesionales que realizan desplazamientos esporádicos por necesidad (tal es el caso de los arquitectos que visitan obras, por ejemplo) o empresas que disponen de flotas de vehículos, acogen esta iniciativa con interés en una ciudad aquejada de congestión de tráfico, de escasez de plazas de aparcamiento y de niveles importantes de emisiones de gases de escape.