El consejero de Universidades, Empresa e Investigación y presidente de la Fundación Agencia Regional de Gestión de la Energía de Murcia (Argem), Salvador Marín, ha firmado un convenio marco con la empresa Simovel Europa S.L. para la implantación de la primera infraestructura de recarga de vehículos eléctricos en la Región.
Este acuerdo permitirá el desarrollo de actividades de divulgación, formación e investigación para la implantación de puntos de recarga de vehículos eléctricos como una experiencia piloto exportable que sea ejemplo de desarrollo tecnológico y promoción de las energías renovables y el ahorro energético.
El consejero resaltó que “Simovel Europa es una empresa que nace con vocación de trascender las fronteras de la Comunidad Autónoma, porque entre sus objetivos inmediatos está posicionarse en el mercado nacional e internacional con un producto novedoso y que pasa por un momento de auge, como son los cargadores eléctricos para vehículos”. Asimismo, remarcó que “es un ejemplo de transferencia de tecnología de la universidad a la empresa, puesto que esta pyme innovadora también ha firmado un acuerdo con la Universidad Politécnica de Cartagena para el desarrollo de los cargadores eléctricos”.
La firma de este convenio de colaboración entre Argem y Simovel tiene especial trascendencia al estar sobre la mesa ambiciosos proyectos como el Plan Movele, cuyo objetivo es implantar un mínimo de 2.000 vehículos eléctricos y al menos 500 puntos de recarga en distintas ciudades españolas y como experiencia piloto. Además, Marín recordó que las ayudas estatales de la Estrategia de Ahorro y Eficiencia Energética en España (E-4), que se gestionan a través de la Dirección General de Industria, Energía y Minas y de la Argem, “contribuirán a un mayor desarrollo del vehículo eléctrico en la Región, de ahí que este convenio se está anticipando a un periodo de expansión del sector eléctrico”.
Simovel Europa venderá cargadores públicos y privados de alto voltaje, entre los 300 y 500 voltios, capaces de recargar la batería de un automóvil entre cinco y diez minutos y destinados a aparcamientos, centros comerciales y concesionarios de autopistas entre otros, y de medio voltaje, entre los 110 y los 220 voltios, diseñados para el mercado residencial y con los que se recarga un coche entre seis y ocho horas.