La Fundación Computación y Tecnologías Avanzadas de Extremadura (Computaex) ha demostrado que las tecnologías de alta computación constituyen la herramienta con la que definir las ciudades inteligentes del futuro, cuyas infraestructuras habrán sido diseñadas para que los ciudadanos ahorren tiempo, sus vehículos optimicen el consumo de combustible y con ello se reduzcan las emisiones contaminantes que contribuyan a hacer de las ciudades un entorno de vida más saludable.
El balance que se desprende de la ejecución del Proyecto Eco-Traffic demuestra que todos ellos son objetivos posibles gracias a un control adecuado y eficaz de los flujos de tráfico, cruces, semáforos, rotondas, aparcamientos y alumbrado nocturno en el entorno urbano, que los servicios de cloud computing y supercomputación gestionados desde Extremadura pueden proporcionar.
Para el director general de Computaex, José Luis González, los resultados de este tipo de proyectos muestran que, en muchos aspectos, estamos obligados a desenvolvernos bajo los esquemas de otro tiempo en el que se concedía un valor distinto al tiempo disponible, al gasto de combustible o al impacto que nuestro modo de vida podía provocar en el entorno
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González subraya que ahora es posible gestionar las ciudades de otra manera porque disponemos de recursos, como el supercomputador Lusitania, capaz de procesar los grandes volúmenes de información a disposición de las administraciones públicas para extraer el conocimiento que permita migrar a modelos de ciudad inteligente en los que ya trabaja el Gobierno de Extremadura
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Ahorro
El Proyecto Eco-Traffic ha permitido determinar que los 26.000 ciudadanos que transitan con sus vehículos por una determinada intersección de las vías urbanas de Cáceres podrían ahorrar en conjunto cada día 108 litros de combustible, 216 horas en tiempos de espera y reducir en 270 kilos las emisiones de CO2 a la atmósfera si se sustituyese por una rotonda el sistema de semáforos que actualmente regula el tráfico en ese cruce.
El estudio refleja que con la construcción de esa rotonda mejora entorno al 50% tanto la velocidad de circulación como el tiempo invertido en superar esta intersección en la que confluye el flujo de entrada y salida de la ciudad por la carretera de Trujillo con el tráfico procedente de las vías que rodean la ciudad monumental, más el procedente de zonas residenciales como La Mejostilla.
Son datos que se desprenden de las simulaciones realizadas en el Lusitania a partir de 3.000 datos individuales referidos a número de vehículos, tiempos de trayecto, velocidades medias y paradas necesarias para cada una de las dieciséis combinaciones de origen y destino posibles en cada uno de los dos escenarios simulados.
Eco-región
El proyecto se considera como punto de partida para conseguir que Extremadura se convierta en la ‘Smart Eco-Región’ de referencia a partir de la extrapolación de los métodos utilizados a entornos más amplios como barrios, ciudades enteras o redes de carreteras.
Los trabajos futuros ya previstos contemplan mejorar la caracterización de las simulaciones mediante el uso de dispositivos para el conteo de vehículos o el modelado de rutas más frecuentadas y comunicaciones entre nodos relevantes de la ciudad.
El sistema permitiría mejorar la sincronización de los semáforos, la detección de puntos de congestión de tráfico en las ciudades, mantener información histórica para anticiparse a los problemas, la adaptación del control a las condiciones de las vías, la centralización de todo el control de tráfico en un sólo punto de la región y, sobre todo, aportaría las ventajas de la alta disponibilidad durante las 24 horas de los 365 días del año.